La capacidad de sorprender de Ginés Hernández es sólo superable por su pasión por lo que significó y todavía sigue significando Pegaso. Es lógico que quien "ha mamado" la carretera desde bien pequeño y en años donde los Pegaso eran los amos de las carreteras españolas, se sienta atraido por estos clásicos nuestros.
Conociendo a Ginés, esta nueva operación no me ha sorprendido, pues se de su espíritu inquieto y en constante ebullición. Ayer por la noche me llamó Ginés al móvil y me preguntó si estaba disponible, "para traernos un doble dirección que he comprado". Desde hace unos meses no dispongo de mañanas libres, por lo que resultaría complicado, le dije. La operación se haría por la tarde, por lo que tras "consultar mi agenda", le dije que si, que iría a tope de ganas y a tope de pilas de la exilim.
Nada mas ver el camión desde la puerta de entrada de donde estaba, me ha dado una gran alegría y le he dicho a Ginés; ¡Qué bonico, Maestro!. Esa primera impresión, que dicen que es la que cuenta, no me falló y el camión ha respondido a todas las espectativas que me había creado. Como podeis ver es un Señor Pegaso 1062, y más concretamente del año 1.962. Se dedicó durante los últimos 15-20 años para movimiento de palets, etc. dentro de una fábrica. Aunque fuera para uso interno su motor, dirección, frenos, estabán pletóricos.
El camión, como es lógico, necesita retoques y alguna reparación, pero os aseguro que no gran cosa. Tras colocarle unas pinzas el camión arrancó al momento y su sonido era bastante bueno y el suelo limpio debajo del motor indicaba que su buen estado no es solo aparente.
Como adelanto os dejo estas primeras fotos del nuevo 1062 de nuestro amigo Ginés. La pena es que por la hora en que se hizo todo, las fotos no lucen todo lo que este camión se merece, pero ya habrá tiempo de hacerle mas y mejores fotos.
Mi agradecimiento eterno a Ginés, Gran Maestro y sobre todo amigo. Sabe, mejor que nadie, como disfruto de todo esto.
Amigos, la afición sigue mereciendo la pena, gracias a personas como Ginés y tanta buena gente que está repartida por todas partes, algunos cerca y otros lejos de "los cacharros", pero todos cercanos al corazón.
Un abrazo desde Cartagena.
GRACIAS AMIGO.
Que lo disfrutes, Ginés (y nosotros que lo veamos 
)
