La Autoridad Portuaria de A Coruña recupera la última grúa centenaria que se conserva en el muelle herculino.
La ejecución y entrega de esta máquina, la única que se conserva de las tres encargadas a la empresa catalana La Maquinista Terrestre y Marítima, se convirtió en una gran peripecia marcada por acontecimientos como la Semana Trágica de Barcelona
Considerada como uno de los primeros ingenios eléctricos con que se dotó al Puerto de A Coruña, esta grúa fue la única que se salvó del desguace
El presidente de la Autoridad Portuaria, Macario Fernández-Alonso Trueba, y el alcalde de A Coruña, Javier Losada, descubrieron una placa conmemorativa en esta pieza, ubicada en la rotonda de Linares Rivas
El acto contó con la presencia de dos trabajadores jubilados que operaron con esta grúa, que fue sometida a una laboriosa rehabilitación
La Autoridad Portuaria de A Coruña rindió hoy homenaje a la única de las tres grúas construidas hace un siglo que todavía se conserva en el Puerto herculino y que se convirtieron en su día en uno de los primeros ingenios eléctricos con que se dotó a la dársena herculina. En este acto, celebrado en la ubicación elegida para esta grúa, la rotonda de Linares Rivas dentro del perímetro del Puerto herculino, descubrieron una placa conmemorativa el presidente de la Autoridad Portuaria, Macario Fernández-Alonso Trueba, y el alcalde de A Coruña, Javier Losada.pic
El presidente de la Autoridad Portuaria señaló que esta obra de rehabilitación es un ejemplo del objetivo emprendido por la entidad para recuperar edificios y elementos de su patrimonio que ayuden a lageneraciones posteriores a conocer los medios de que se disponían en el pasado para realizar las operaciones. Macario Fernández-Alonso Trueba recordó que la grúa no sólo es especial por su vanguardista diseño y su valor histórico, sino también por las circunstancias en las que fue construida, en una época marcada por grandes cambios sociales, culturales y políticos que convirtieron el proceso de adjudicación, ejecución y traslado de la máquina en una sucesión de peripecias. Por tanto, señaló que esta grúa tiene un gran valor, manifestando su deseo de que el alcalde la reciba como la primera pieza de la nueva Coruña que tiene en su cabeza.
Javier Losada recogió este deseo señalando que la recepción de esta grúa supone el inicio de lo que en el futuro será una nueva avenida integrada en la ciudad. Una ciudad que ha crecido y se ha desarrollado con el Puerto, que es su seña de identidad, su industria y su motor, reinventándose día a día y adelantándose a los tiempos.
pic En el acto celebrado hoy estuvieron presentes también los responsables de la restauración de la pieza, Fernando Noya y Victoria Bajo. Noya aseguró que la recuperación de la grúa constituyó todo un reto, que requirió la realización de un estudio estructural, así como el diseño del conjunto con antiguos materiales. Primero se rehabilitó la estructura de acero, sustituyendo las piezas estructurales necesarias pero sin restarle personalidad a la pieza, para después rehacer la cabina de madera con la cubierta de cobre.
La grúa es una de las tres máquinas encargadas a la empresa barcelonesa La Maquinista Terrestre y Marítima con destino al muelle de Santa Lucía, ubicado en el antiguo barrio de Pescadores, y que hoy en día comprende la zona de Cuatro Caminos, A Palloza y Santa Lucía.
El proceso de adjudicación se iniciaba el 11 de febrero de 1908, coincidiendo con uno de los períodos más convulsos de la historia de España. Al anuncio publicado por la Gaceta de Madrid el 11 de febrero de aquel año responderían numerosas firmas, tanto nacionales como internacionales. Finalmente la construcción fue adjudicada a la empresa catalana con un presupuesto de ejecución de 133.900 pesetas.
Tras diversos escollos administrativos se inicia el proceso de construcción, plagado de peripecias, tanto en su diseño como en su traslado por mar al lejano puerto de A Coruña, debido a la sucesión de acontecimientos históricos que afectan a la ciudad de Barcelona y que encontrarían su momento álgido en la Semana Trágica. Los hechos que se produjeron entre el 26 de julio y el 2 de agosto de 1909, con barricadas en las calles, estado de guerra y una protesta antibélica que se transformó en una enorme insurrección popular, impactaron en toda la vida social, empresarial y política no sólo de la capital catalana, sino de todo el país.
Los disturbios obligaron a la empresa La Maquinista Terrestre y Marítima a solicitar una prórroga para completar el montaje y la entrega de las tres grúas. El trabajo había quedado afectado por la paralización absoluta de toda la vida industrial de la ciudad, así como la situación de conflicto social, que dejó desiertas las fábricas. Finalmente, las piezas de las grúas fueron llegando al Puerto de A Coruña para convertirse en las más vanguardistas de su época y, al mismo tiempo, mudos testigos de una convulsa época marcada por las reivindicaciones sociales.
La entrega oficial no se llevó a cabo hasta finales del año 1910, tras la recepción provisional y la realización de las pruebas oficiales. Grabada con el número 6, hoy sólo queda en pie una de aquellas tres históricas grúas, la única que se salvó cuando se procedió a la subasta y achatarramiento de los equipos antiguos que operaban en el Puerto de A Coruña. Como peculiaridad en su diseño destacan la sala de máquinas y la de mando, ambas construidas en madera. Se trata por tanto de un bello ejemplo de diseño industrial que la Autoridad Portuaria
quiso recuperar para compartirlo con todos los coruñeses.
También fueron invitados al acto dos testigos vivos del papel desarrollado por la grúa en el crecimiento del Puerto: el manipulante jubilado Manuel González Merelas y el que fuera responsable de las reparaciones de la pieza, Antonio Pinedo. Ambos recordaron anécdotas de la época en la que esta grúa permaneció en activo, aplaudiendo la decisión de haber salvado del desguace esta pieza histórica.
El presidente de la Autoridad Portuaria recordó, en el transcurso del acto, que fue precisamente un destacado escritor y periodista nacido en la ciudad herculina, Manolo Rivas, el que durante la presentación de la primera obra de la colección El Puerto y las Letras, editada por la Autoridad Portuaria, sugirió la posibilidad de rehabilitar esta singular máquina centenaria. Una propuesta recogida por la entidad, que inició con un libro en el que se recoge la historia de esta grúa la colección Enxoval, cuyo objetivo es la descripción documental del patrimonio histórico, artístico y arqueológico industrial del Puerto de A Coruña. El libro editado por la Autoridad Portuaria, que lleva por título “Las grúas eléctricas en el Puerto de A Coruña.
1908-2008. Historia de un centenario”, incluye un relato de Carlos Otero, trabajador de la Autoridad Portuaria, que narró en el transcurso del acto celebrado hoy las peripecias vividas en torno a “la vieja” o “la seis”, como todos conocían esta grúa que ha pasado a convertirse en patrimonio de la ciudad de A Coruña.
Fuente: Veintepies.