Hola:
Es curioso observar en esa propaganda de I.E.G. el desplazamiento de las cajas de los camiones para ubicar los componentes del gasógeno, incluso parece desproporcionado sobre todo en el G.M.C. Este tipo de camión (no tiene nada que ver con los G.M.C 6x6 americanos) se utilizó con gasógeno en rutas de largo recorrido, entre ellas Vigo-Madrid con pesca. No debió ocurrir lo mismo con los G.M.C. 6x6 cuyo acoplamiento con gasógeno no era nada satisfactorio.
Con respecto al carbón utilizado, la antracita, no era precisamente un buen carbón para el funcionamiento del gasógeno, pero en determinadas zonas era el único carbón existente.
En la zona norte había más variedad de carbón, se hacían carboneras en el monte con diferentes tipos de madera. Así por ejemplo el carbón obtenido del arbusto de berezo (brezo) era de lo mejorcito para alimentar el gasógeno, el carbón obtenido del pino era malo, de bajo poder energético, sin embargo tenía la particularidad de hacer gas rápidamente, el carbón de encina y roble era muy bueno.
Para arrancar el camión, solía cargarse la caldera inicialmente con carbón de pino para completar después con otro tipo de carbón, y desde luego el consumo era superior a esos 18 Kg. de carbón cada 100 Km que manifiestan por internet, por supuesto que dependía de las condiciones de uso y carga. El 3HC (gasógeno LUMA) en condiciones normales con 100 Kg de carbón recorria 200 Km.
También puede observarse la ubicación de la caldera y el purificador (filtros). En muchos gasógenos, la caldera se ubicaba a la derecha del camión según el sentido de marcha y el purificador a la izda. Funcionaba exactamente igual, pero los que se montaron aquí (Massé, Luma, ....) se colocaba la caldera a la izda (lado conductor) por seguridad, ya que las cenizas, escorias y material incandescente liberado por la caldera ocasionaban a menudo fuego en los rastrojos de la cuneta con los peligros correspondientes.
Desde luego que todo no era tan bonito, en ocasiones había que cargar la caldera con todo aquello capaz de arder porque no había otra cosa.
SALUDOS
Francisco