El tema del tráfico en sí mismo, daría para mucho. Evidentemente, "repartir culpas" se hace complicado.
Como es raro que al final de cualquier debate o discusión, no aflore el tema de "los dineros", bien es cierto que creo que ése es, la mayoría de las ocasiones, el responsable de que el carril derecho se tenga que fusionar con el izquierdo y no al revés. Estos ajustes, se suelen producir en localizaciones donde hay montaña o taludes (como la última foto de Toni) o incluso cuando se aproxima un puente y cuyos pilares son los que al final "mandan". El resumen está claro con los argumentos económicos de por medio, o bien se adapta en principio el desarrollo a la carretera a los accidentes naturales o artificiales, o hay que apechugar con las consecuentes obras. Obras que cuestan "lo suyo" y que, encima, siempre molestan a todos los que estamos habitualmente por la carretera. Es obvio decir, que es infinitamente más económico "adaptar" la carretera y poner unas cuantas señales, que apechugar con grandes movimientos de tierra, expropiaciones, etc.
Todo ésto, me recuerda al gran problema que tenemos en España (y que traspasamos a Portugal), sobre el ancho de vía de ferrocarril. Un ancho superior al internacional y que solamente ha traído problemas en las conexiones europeas. La adaptación al ancho europeo es algo que se ha debatido siempre, pero que por culpa del siempre creciente costo, se ha preferido dejar dormido. Era más fácil inventar sistemas de ajustes de ancho al cruzar la frontera (Talgo) o el intercambio de ejes en coches de viajeros y vagones de mercancías, que intentar remediarlo.
Ya que ha salido el tema ferroviario, os puedo poner un ejemplo, en un cierto sentido, parecido a lo que comenté sobre los desarrollos de las carreteras. En el trazado que une Cartagena con Murcia (Línea Cartagena-Chinchilla), la entonces responsable de la explotación, MZA, (Madrid-Zaragoza-Alicante), al llegar el momento de atravesar el puerto de la cadena, precisaba hacer diversos túneles. Era algo lógico, puesto que el trazado en sí mismo, es una grandísima recta (hasta hace pocos años, la más larga del ferrocarril español) y que solamente precisaba esas obras de ingeniería para que siguiera siendo éso: una gran recta. Pués no, a partir de la estación de Balsicas (hoy Balsicas-San Javier), se acabó la recta y arranca una gran curva a la derecha (sentido Murcia), que evita el puerto de la cadena, pasa por otro más liviano (puerto de San Pedro) y se introduce en Murcia por la huerta. Resultado: casi veinte kilómetros más respecto al trazado más lógico. A finales del siglo XIX, supongo que no tendría demasiada importancia, pero ya inmersos en el XX (y no digo ya en el XXI), eso solamente puede calificarse de gravísimo error. El recorrido entre ambas ciudades por carretera y ferrocarril difiere en una importante cantidad de kilómetros, que condena sin remedio al ferrocarril. Y así será, mientras no puedan estar en igualdad de condiciones a la hora de competir.
Saludos y enhorabuena por el debate.
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