Ayer por la tarde fui invitado a pasar un rato de "juerga" a la huerta de mi amigo Vicente, en la cual, tiene una pequeña y bonita casa de campo con unas preciosas e impresionantes vistas al Valle del Guadalquivir y bajo la atenta mirada de los restos de la muralla de la antigua Puerta de Jimena. Allí, pude llevarme, de casualidad, una gran sorpresa y es que, en la huerta colindante propiedad de los primos de mi amigo, había, abandonado a su suerte desde hacía siete u ocho años, un Barreiros R545. Eso no era nada nuevo, pues yo lo sabía e incluso, bajé dispuesto, aprobechando el buen día, a acecarme y echarle unas cuantas fotos. Cuando llegué me pude encontrar a Vicente con unos cuantos conocidos alrededor del "cacharro" y cual fue mi sorpresa que uno de ellos, Salva, tambien conocido y amigo, había adquirido el tractor para restaurarlo.
Unos días antes, le habían hecho la prueba de fuego, es decir, tras cambiarle el aceite de motor, arrancarlo "a racha" tirandole con un todo terreno y comprobar así que el motor estaba en condiciones para llevarselo por su propio pie. Y así fue, ayer tras cambiarle las baterías y los bornes, pues los antiguos estaban soldados, añadirle agua al radiador y algún retoque de emergencia se le tiró a la puesta en marcha y arrancó "al cuarto de vuelta", como si fuera nuevo.
Pudimos comprovar como aquel sonido peculiar del Barreiros nos transportaba hasta nuestra infancia, cuando por la mañana temprano, resonaban los escapes achaflanados de estos tractores cuando se dirijían a sus quehaceres por las calles solitarias de la Baeza agrícola.
Tras hacer alguna prueba de frenos en el haza colindante (la rueda izquierda no frenaba), echarle agua a las correas (muy endurecidas por el paso del tiempo) y probar el cambio de marchas, Salva se llevó el R545, por su propio pie, a la que será su nueva morada, la nave donde se llevará a cabo su restauración.
Bueno no me enrollo más y os pongo unas fotos del momento del rescate. Para empezar, dos de Salva dando los últimos retoques.
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Vicente echándole agua al radiador que estaba vacío. Como fondo el Valle del Guadalquivir inundado por un mar de olivares y custodiado por Sierra Mágina.
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Unas cuantas fotos de cuadro, matrícula (posiblemente rematriculado, en los 60 había otra nomenclatura para vehículos agrícolas) y grabados en el bloque motor; Barreiros y el "8".
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Espero pronto traer más noticias y fotos de los procesos de restauración. Saludos.
