Ayer Sábado, los amantes de los hierros viejos de Gran Canaria, nos dirigimos a La Aldea, el pueblo de nuestro amigo Daniel Montesdeóca, que amablemente hizo de anfitrión y se encargó de concretar las visitas a los puntos de interés, desde aquí agradecerle el esfuerzo por organizar un día estupendo e inolvidable.
La mañana, comenzó a las 8, en el punto de encuentro antes de partir hacia el municipio de San Nicolás de Tolentino, que dista a muchos kilómetros de la Capital, por una tortuosa carretera llena de curvas y pendientes. (dicen que la sarna con gusto no pica y esta les aseguro que era con mucho gusto)
No sin antes hacer una parada en El Risco, para repostar los estómagos, con cafecito y bocadillos, en una entrañable y ya en extinción tienda de "aceite y vinagre".
Seguimos con la ruta, pues quedaba aún mucho camino por recorrer, es más de una hora de carretera.
Aprovechamos para saludar a nuestros compañeros de la isla picuda.
Por fin se divisa nuestro destino.
Nos paramos a las afueras del pueblo para llamar a Daniel y concretar el sitio de encuentro.
Ya dentro de la población, donde quedaron aparcados los camiones durante la visita, generando gran expectación en todo aquel que pasaba por allí.
Y ahora, algunos de los camiones y demás artilugios que vimos.
El famoso Seddon de morro.
La Aldea, esconde muchos tesoros.
La joya de la corona, el que más expectación levantó, un camión que a día de hoy sigue trabajando, dudábamos de la fecha de mariculación pero averigüé que data de Diciembre de 1955.
Jonathan, se atrevió a ponerse a los mandos y allá que se fueron a dar una vuelta.
Observen el brazo en la ventanilla, parece que lo hubiera conducido toda la vida.
El maravilloso día terminó con un almuerzo, donde dimos cuenta de una estupenda paella y un no menos rico fiambre de cochinillo a la plancha, en el area de recreo, con las mesas a la sombrita.
Este es el personal desplazado, de un capital humano incomparable, con esta foto y dando las gracias a todos los que hicieron posible este encuentro, termino la crónica de la visita a La Aldea.
Y como siempre, ENVIDIA sana la que siento al ver este tipo de reuniones 
!!
) que me lo pase muy bien con todos la verdad. Para mi fue un gran placer enseñarles las joyas que aun quedan por mi pueblo. Sin embargo sabemos que me quede con ganas de enseñarles otras joyas que estaba guardada y no pudo ser 
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jejeje.
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