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Registrado: Sab Jul 29, 2006 4:30 pm
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Ubicación: Zaragoza
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El "Comando Montemolín" ha llegado sin novedad destacable (aparte de la pérdida de un tapacubos en la AP-15...) a Zaragoza.
No intentaré resumir lo vivido en apenas 12 horas de estancia en la reunión, en Enériz, junto a viejos y nuevos amigos, porque la intensidad ha sido tal, que huelga resumirla.
La nota ha sido de 10 para organizadores, colaboradores y el pueblo anfitrión. Al foro, un nueve por culpa de aquellos que se apuntan y luego no aparecen, ni tan siquiera dan un toque para avisar de que no les esperemos. Quienes dijeron que vendrían a comer (o cenar), no hicieron el ingreso y no han asistido, decirles que allí ha quedado su menú, pero que ha sido religiosamente pagado, por parte de la organización...
Y tras este pequeño y cariñoso tirón de orejas (con el deseo de que no se repita), no esperéis grandes ni artísticas fotos por mi parte. Tampoco serán muchas en esta primera intervención, ya que me muero de sueño.
Decir que todo Enériz, con su alcalde al frente, se ha volcado con nuestra reunión, sería poco. Cada uno ha aportado su granito o saco de arena para la construcción de este fin de semana.
Si se me permite la expresión, "todo olía a camión", aunque verdaderamente ese olor era superado por el del sarmiento, la panceta y chistorra a la que muy amablemente fuimos invitados. Y como he comprobado que allí las cosas se hacen a lo grande (porque ell@s son grandes personas), comimos todos y todavía sobró.
Desde primera hora de la mañana, aquello fue un hervidero de vehículos, aficionados, curiosos y público en general.
Saludamos a incondicionales amigos y pronto sentimos que ya teníamos otros nuevos. Las conversaciones se entrecruzaban, los apretones de manos, los abrazos, los besos, eran el termómetro de nuestra afición y a punto estaba de reventar.
Hacia el mediodía, Isidoro pronunció unas palabras nada menos que desde el balcón principal de la casa consistorial. No le faltó mas que soltar un chupinazo, aunque la fiesta había comenzado ya hacía rato.
A tal señor, tal honor y teniendo el coche oficial esperándole a la puerta, declinó la invitación y realizó el trayecto en la caja del GMC de Ángel. La ostentación no va con él.
Quizás no era el vehículo en estado más original ni la restauración más fiel (en su descargo decir que tiene más complicación que un camión), pero la viajera Hispano Suiza con imperial descubierta, acaparó todas las miradas y los mayores aplausos en la reunión y el trayecto que hicimos hasta Puente la Reina.
Si se hubiera hecho una votación popular, hubiera ganado de largo (sobre todo si hubieran votado los niños, para los que fue una verdadera atracción de feria). Y así lo reconoció la organización, con magnífico criterio.
No me extenderé con más fotos de vehículos, que sin duda irán apareciendo a lo largo de las muchas páginas que seguro cosecha este tema (y mejores que las mías...), pero me permito la excepción de la pick-up Ford F-100 de José Mari, al que agradezco haberme socorrido y rescatado cuando me quedé en tierra de nadie tras intentar dirigir el tráfico en una rotonda.
No dudó en ofrecerme (sin conocerme absolutamente de nada) compartir el amplio asiento de su furgoneta, mostrándose además como una gran persona y magnífico conversador. Solo por detalles de este tipo, ya merece la pena el ir a nuestras reuniones. GRACIAS, José Mari...
La comida en el frontón, sensacional. Y no solo por el ambiente, también por las viandas que, para ser un catering (los temo...) estaban sobresalientes.
Mi pequeño homenaje, pequeñísimo al lado de su gran trabajo, para Julián, Isidoro y Francisco. Manejaron las riendas con firmeza pero con dulzura, con una permanente sonrisa a lo largo que todo el día, lo que no es facil en algunos momentos.
Y a todos los que, tras ellos, apoyaron nuestra "novena".
Mi único "pero"... es haberme tenido que venir tan pronto a casa, pero como bien dice Isi, "lo primero es antes".
Espero que en estos momentos, estéis tomando una copichuela tranquilamente, haciendo la digestión de la cena y rememorando una jornada que sin duda será inolvidable para todos.
Gracias a todos, gracias ENÉRIZ y buen viaje de vuelta a vuestras casas. Ya queda menos para la "décima" de CAMIONES CLÁSICOS.
Miguel
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