Yo he ido al quiosco hoy por si la tenían, no fuera que viniera con adelanto.
Los de TM y Truck sacarán sus numeritos de julio-agosto. Con la cantidad de cosas que se pueden contar.

¡Noooo! Prohibido marcharse.

Hola:
Después del fantástico reportaje de la 9ª Reunión, os comento los detalles y pormenores de “El ojo avizor”. Un concurso cuya finalidad fue pasar un rato agradable, y que vino como anillo al dedo durante la espera a que los cocineros tocaran rancho y sirvieran la “pitanza”.

Se trataba de averiguar la marca y el modelo del vehículo que correspondía a cada fotografía de su salpicadero y volante. En total había 15 fotografías, de las cuales 13 pertenecían a camiones y 2 a vehículos. Un original trofeo (precursor de la idea del concurso), estaba a la espera de caer en manos de aquel que acertase las 15 fotografías, o el mayor número de ellas.



Para participar no había nada más que rellenar una papeleta habilitada para tal fin e introducirla en una urna (caja de cartón pura y dura).



Sencillo ¿No? … Pues de eso nada. La dificultad no era identificar la marca, sino el modelo, y en alguna fotografía se prestaba a equivocación, por eso había que tener un gran “ojo avizor” en atinar con ellos.

En las siguientes intervenciones se mostrarán cada una de las fotografías expuestas junto a los camiones correspondientes.

CONTINUARÁ
Saludos
Francisco

Hola:
Comenzamos con la identificación de las fotografías. A la izquierda colocamos la fotografía numerada a identificar, y a la derecha LA SOLUCIÓN, es decir, el vehículo que había que mencionar en la papeleta de participación.



¡¡¡ Qué fácil !!! . Sobre todo si se trata de un vehículo que estaba en la propia concentración, pero había gato encerrado. No se trata de un “1061 L” como indica el frontal del Pegaso, sino de un 1063, un doble dirección del año 1.967.



El Pegaso 1063 comenzó sus andaduras a partir del año 1.964 sustituyendo al 1062. Posteriormente el 1063 fue modificado. Cambiaron el salpicadero y las palancas de cambio por una específica con reductora de bola (entre otras cosas).

Pequeñas modificaciones en los exteriores diferenciaban ambos modelos, pero respecto a la fotografía del salpicadero … ¿En qué se diferencia el 1062 del 1063?, o más aún … ¿En qué se diferencia un 1060, de un 1062, 1063 o 1066 vistos desde el interior de la cabina? . Esto lo dejo para los eruditos pegasistas (diferencias… ¡haberlas, hailas!… pero hay que encontrailas).

En este caso, cualquiera de las respuestas (1060, 1062, 1063 …) las di por validas, incluso su apodo como “cabezón palancanero” , o “el cabezón del marqués”, como recuerdo alguna de las papeletas. La respuesta Pegaso modelo “cabezón” la consideré incorrecta, ya que incluye modelos con salpicaderos muy diferentes.


CONTINUARÁ

SALUDOS
Francisco

Me sabe mal interrumpir los "post" de Paco Corcuera ("Francisko"), que parece que van a ser "jugosos" y que se van a prolongar algo más, pero el caso es que ya hace días que muchos amigos han contado sus relatos y yo, por no tenerlo todo preparado, no había sacado tiempo. Y, o lo hago ahora, o no sé cuando lo haré. Así que allá voy: intentaré hacerlo todo seguido.

Bueno: pues, como ya hemos dicho días antes, este año el "Comando Montemolín" no las tenía todas consigo de cómo iba a ir e, incluso, de si iba poder acudir "al completo" (y eso que, de momento, sólo somos dos).

"Cuadrados" los compromisos, al final salimos el sábado con un día que presagiaba lluvia. La idea era acudir al hotel y desayunar con los allí presentes. Como siempre, Isidoro (preocupándose por los amigos) nos llamo cuando estábamos de camino, a ver cómo iba el viaje. Sus planes no coincidían con los nuestros, ya que se supone que cuando estaba prevista nuestra llegada ellos ya habrían salido hacia las naves de Julián. Esto nos despistó un poco al salir por Tafalla: menos mal que la amabilidad del responsable del control de accesos de la fábrica Fagor-Ederlán (que hasta nos hizo un plano en un papel) nos puso "en el buen camino".

Ya en Enériz, nuevamente la ayuda de las gentes del lugar (en este caso la chica de la gasolinera) nos puso de camino al polígono donde está Cimance. Casi nos lo pasamos porque mi teoría de que todos los polígonos están señalizados con un rótulo gris (y que tan buenos resultados nos dio en Segovia) tiene su excepción en Enériz: debe ser el único polígono industrial que no tiene el cartelito gris de "zona industrial" con la silueta de una fábrica que recuerda al anagrama de "Factory Records".

Continúa...

El día se había "arreglado" y, tras los saludos de rigor, el primer camión en salir de la nave fue el Barreiros de Julián:



Desde el Pegaso de Luis, el "Colorao" nos lanzaron un bocinazo, pero no era su conductor habitual: a sus mandos estaba Juan "Perrín". No pude hacer muchas fotos, porque el tiempo apremiaba y había que dar los últimos toques a los preparativos y marchar para el pueblo:





Continúa...

Todo lo que habéis dicho del pueblo se queda corto: pequeño, pero bonito y acogedor.







Aquí ya me "enrollo" menos, para que veáis más tranquilos las fotos.

Seguimos...

Los camiones van tomando posiciones:





Desde lejos, el tractor Zadrugar parecía "de carreras". Después de comentarlo con más amigos, lo más probable es que se trate de un tren turístico. A ver si en otra ocasión lo vemos con sus "vagones":



Al lado del MAN, las "pick-ups" parecen de juguete:



El Pegaso de Luis, inasequible al desaliento:



La llegada del autocar de Mariezcurrena causó un revuelo de aficionados y cámaras, entre las que se encontraba la mía:



Continuamos...

Aún sin ser una restauración 100% original (es muy difícil encontrar repuestos para este tipo de vehículos) a mí, como "autocarista" fue el que más me llamó la atención y el que más fotografié:







Es más, ya me rondaba por la cabeza a ver a quién podía "engañar" para que me hicieran un hueco en él cuando saliéramos de caravana, o a ver dónde se "compraban los billetes" para la excursión. No obstante, el "cabezón" de Luis el "Colorao" o el Nazar de Ángel Martín también eran buenas alternativas...

Seguimos con los camiones:















Y, ahora, vamos con los turismos...

Y ahora, nos vamos de "excursión"...

Ya os he dicho que le había "echado el ojo" al Hispano-Suiza para el desfile. Pues no hizo falta que sacase billete, ni nada por el estilo: Carlos-Pello, al que no había visto hasta entonces y sabedor de mi afición por los buses y autocares, nos subió directamente a Edu Solano, José Soto y a servidor y nos acomodó en "first class".

Para quienes, como Carlos "Caterpillar", tuvieron al lado a Javier Mariezcurrena y no les pasó por la cabeza hacerle una foto, aquí lo tenéis:



Javier, además de ser un experto conductor, también nos sorprendió con su excelente sentido del humor. Creo que nos dejó incumplir casi todas las obligaciones del viajero de la época: viajamos sin billete, hablamos con el conductor y nos apeamos en marcha. Escupir al suelo no lo hicimos: no necesitamos ningún cartel que nos lo indique... de hecho, no lo hacemos ni cuando estamos en el campo.

Como decía un compañero de viaje, íbamos los primeros de la caravana porque conducía un piloto de carreras.

Parte del pasaje, feliz en la primera parada:



A la vuelta, un cruce que lleva a un pueblo con curioso nombre: Adiós (espero que la tilde vaya en la "o")...



Y, ya en tierra firme de nuevo, aprovechamos para ver llegar al resto de participantes:













Esto se va acabando porque, para nuestra desgracia, esta vez Miguel y yo no nos quedábamos a cenar. Tras la comida íbamos a emprender el viaje de vuelta.

Aún así, al M-Clan (el Clan de Murcia) y a mí nos dió tiempo de ver una campa con maquinaria agrícola "de coleccionista". Cuando estábamos contemplando curiosidades como varios Fordson, Ebros antiguos, etc... oímos una voz a nuestras espaldas que, amenazante, decía "eh! vosotros tres! que voy a llamar a la Guardia Civil!"... era Rafael, que iba de copiloto con Gema y Paco. Nosotros teníamos la conciencia muy tranquila: ojalá hubiera estado el dueño del taller, para poder charlar un rato con él.





Había hasta un Barreiros:



Aquello se acababa: tras la comida, despedidas y vuelta a casa. Quitando que perdimos por el camino un tapacubos, llegamos a Zaragoza-Montemolín sin ningún problema.

Hasta la próxima.