Muchas gracias Paco. Es complicado cuadrar nuestro día a día particular con un gran evento, como son nuestras reuniones. Por eso, mi agradecimiento y reconocimiento a todos los que, sin dudarlo, participáis en ellas sin importar dónde sean. Gracias de nuevo a todos.
Retomo mi pequeña crónica de nuestra Undécima, con el último eslabón de esa preciosa cadena que comenzó el pasado viernes 25 de septiembre. Tras aquella puerta del salón multiusos del ayuntamiento de La Vellés, se encontraba este reconfortante y variado almuerzo. Un almuerzo preparado con mucho esfuerzo y cariño, por parte de la organización. No faltó de nada. Degustamos desde el típico hornazo, hasta empanadilla, riquísimo jamón y embutidos vaiados y un largo etcétera. Por tener, tuvimos hasta postre en forma de un rico bombón helado. Hay que reconocer que fue un gran acierto la confección del almuerzo, porque en la práctica sirvió de comida para la gran mayoría de nosotros, facilitando en cierta medida, el viaje de vuelta.
Sin solución de continuidad, había amigos que cargaron los clásicos y marcharon, otros se quedaron a almorzar, en fin ... Los clásicos habían finalizado su participación. Los coprotagonistas de la Undécima, disfrutaban de un merecido descanso.
Aunque los verdaderos protagonistas fueron éstos. Lo fueron todos los que están en estas imágenes, aunque no estén todos los que en realidad lo fueron. Va por todos vosotros.
Y por último, la imagen de quien se va satisfecho por un trabajo muy bien hecho. Como así fue. Gracias Ángel, Adolfo, Joaquín, Ricardo y a todos los que pusieron lo mejor de sí mismos, para que nuestra Undécima haya sido un rotundo éxito.
Un fuerte abrazo desde Cartagena, y emplazaros para nuestra Duodécima. Ahí es nada.