LUNES, 27 DE FEBRERO DE 2.006
Una fecha, sí, pero no una fecha cualquiera. La mañana, que empezó gris, amenazaba con endurecerse con un frío y cortante viento de componente Norte.
Este día era el señalado en el calendario, para que Ramón (dos60) se diera una vuelta por Cartagena. Y, además de conocernos, pudiera ver algunas de las maravillas históricas, que por aquí tenemos.
Mientras concretábamos por teléfono el "Rendez vous" y a pesar del desagradable viento, pude fotografiar algún camión que había parado, tras lo cual me dirigí al pueblo de El Albujón, donde tuve que hacer un encargo que me hizo nuestro amigo y futuro forero Ginés Hernández, propietario del Leyland Beaver de este post.
Al filo de las once, nos vimos y nos dimos un abrazo. Ramón, a "golpe de vista" es una persona que se le vé accesible, agradable y, sobre todo, buena persona. Un pequeño refrigerio, alguna foto a la salida y a ver "mundo". Fuimos a una empresa donde no solo hay vehículos de baja, sino que también operativos y donde pudo conseguir alguna pieza para su promesa hecha realidad, llamada Pegaso 1080. Estuvimos rodeados de Europas, Comet, Cuadrados, incluso algún Barreiros. El tiempo volaba y la mañana se convirtió rapidamente en mediodía. Me fuí a recoger el encargo del que hablé antes y dejé a Ramón en compañía del amigo Pepe, el encargado, enterándome a mi vuelta que hicieron buenas migas, cosa que no me extrañó sabiendo que Pepe es un buen tipo.
Teniendo en las manos el encargo de Ginés, me fuí a reservar la mesa para la comida que estaba al caer y que el estómago se encargaba de recordar. En las proximidades del restaurante está el mofletes de los Hermanos Conesa. Me fuí al despacho de Paco, el mayor de los Conesa, no se encontraba y fué a través del teléfono como pude obtener permiso para poder verlo por enésima vez y que Ramón, también lo viera.
GRACIAS PEPE
LLegado a este punto, os comento que el móvil no paró en toda la mañana y como diría Pello, coche p´alante, p´atras y p´atodas partes...Ramón, lógicamente, se dió una hinchada de kilómetros. En mi caso, al acabar el día, mi mondeo marcaba 177,3 kms, que para estar al lado de mi casa, no estaba nada mal. Bueno, el caso es que me vuelvo por Ramón, llego a la empresa y me encuentro a la pareja Ramón-Pepe en animada charla. Claro que después de ver unos hermosos "1500", un mini y unas cuantas motos en fase de restauración, aparte de los camiones, no me extraña en absoluto.
Nos despedimos de Pepe y nos vamos a por el mofletes. Ramón lo vió, se subió, lo foteó....y le encantó. El camión está solito en una gran nave, que sería el lugar idóneo dónde tener una colección de clásicos. Fotos y mas fotos, y el tiempo que no paraba….Comida y animada conversación; familia, afición,…..nueva llamada a Ginés para concretar la visita al Leyland. Y aquí viene "la bomba" y que explicaba el encargo realizado por Ginés anteriormente. Desde Barcelona venían dos reporteros de "SOLO CAMION" , para efectuar un reportaje del camión. El encargo de Ginés, y que habla a las claras de la generosidad y compromiso de una persona, era un gran rótulo con la dirección de nuestra web:
www.via64.com , que con unas letras de color amarillo iría destinado al paragolpes del Beaver.
Sin tiempo que perder nos vamos para Murcia y mientras arrancabamos los coches y durante unos instantes en el aparcamiento, le dije a Ramón: "Escucha lo que siempre pongo cuando me voy de "cacería"..." era el viejo Chuck Berry con su "route 66", ¡ Qué agusto estaba !. LLegamos a Murcia y nos dirijimos al aparcamiento donde Ginés tiene el Beaver. Allí estaba junto a su hijo Pedro y con el camión para llevarlo a lavar. Ramón, que todavía estaba bajo el shock del mofletes, no creía lo que estaba viendo.
¡TODO EL MUNDO ARRIBA!
Nos subimos a la cabina los cuatro y el Beaver que arranca y para el lavadero. Un recorrido por el polígono industrial y todo el mundo que giraba la cabeza al vernos pasar. Al volante unas manos expertas que hacían que el cambio del camión pareciera sincronizado, mientras el juego de los pies, a la vez que se movía la palanca, daban la imagen de la perfección. Grabé lo que pude y como pude, unas secuencias que Juan Manuel, pondrá proximamente. Lavado del camión y la estampa que ofrecía a la vista; indescriptible, preciosa....
Vuelta al parking, pués la gente de SOLO CAMION estaba al caer. Entre Ramón y yo pusimos el rótulo adhesivo en el frontal del paragolpes y ¡¡ Cómo quedaba !!. Coincidencias de la vida quisieron que en las rejillas exteriores de la calandra, el número 1 en rojo, justo encima de la dirección de nuestra web. Pienso que no es ninguna coincidencia, sino una realidad y que mejor forma de anunciarlo que sobre la cabina de este veterano y extraordinario camión. Os hablaba antes de generosidad de una persona, cuando ponga las fotos, vosotros juzgareis.
Bueno, y llegaron "los chicos de la prensa", en realidad chico y chica; Jesús y Dalia, Dalia y Jesús. Presentaciones y antes de que faltara la luz, sesión fotográfica a cargo de Dalia y posterior entrevista a Ginés. Pasadas las cinco y media de la tarde, Ramón tomó el camino de regreso a casa, creo que con un bagaje muy bueno de todo lo vivido en este extraordinario día. Una efusiva despedida y un "hasta pronto amigo" y vuelta dentro del restaurante donde se producía la entrevista, que ya estaba casi terminada. Os comento que en el número de abril o mayo saldrá este reportaje y que hará justicia a una labor impagable, como la desarrollada por nuestro amigo Ginés. Ginés es un hombre de conversación amena, que desde muy pequeño ha batallado con esta profesión y que sencillamente; la ama. Por lo que os aseguro que Jesús tomó muuuchas notas de lo que allí se dijo, también se dirigió a mi para que hablara sobre la web. Hablé de cifras, números, pero sobre todo hablé de personas a las que le entusiasma este maravilloso mundo de los clásicos industriales y que, además, se emociona con ellos.
SATISFACCION
Volvimos al parking para recoger los coches, Jesús y Dalia, se marcharon y nos quedamos; Ginés, su hijo Pedro y yo. Charlando, reflexionando de todo lo que sucedió en el día. Quedaba esa sensación maravillosa de estar agusto y relajado a la vez. Ginés aparcó el Beaver en su sitio, nos despedimos y vuelta a mi Cartagena. A los sones de "Route 66" enfilé la A-30 y para casa.
Hasta el último instante, supe que el día fué perfecto. Y os cuento por qué; estaba llegando a mi garage, cuando suena el móvil. Era nuestro dos60, que estaba embocando la puerta del suyo, ¿coincidencia...?, puede ser, el caso es que todavía me dejó mas satisfecho si cabe. Subo a mi casa y se vé que mi cara lo decía todo, porque mi mujer así me lo hizo saber. Intento medio ordenar el material del día, llamada de Juan Manuel, ducha y después de 13 horas ininterrumpidas de sensaciones y emociones.....el bajón. Tomé un bocado y directo al sobre.
Me puse los cascos de la radio. Hablaban de la dimisión de Florentino Pérez, de galácticos, de dinero….lo último que recuerdo, antes de “quedarme frito”, fué la película del día que pasó por mi mente y el mítico Chuck que seguía cantando; gracias viejo………
Saludos desde Cartagena.