Registrado: Jue Mar 31, 2005 10:54 pm Mensajes: 8049 Ubicación: CARTAGENA
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[font=Comic Sans MS] [align=justify]No me puedo quejar Juan Andrés, este viaje ha sido algo muy especial y además mentiría si no dijera que me acordé de ti y de tu padre, cuando oía el ralentí del Beaver. De hecho antes de salir de Murcia le pregunté a Ginés, recordando aquella pregunta que me hiciste hace tiempo del porqué de ese característico ruido y me dijo que era por el venturi de la bomba de inyección.
Continúo, tranquilos que queda bien poco .
El domingo, bien temprano, nos pusimos en marcha. Había que estar preparado para el desfile y todo lo que viniera a continuación. Despachamos la cuenta del hotel y en taxi nos dirigimos al circuito. Se vió claramente que el sol, esa mañana, iba a hacer “de las suyas”.
Llegamos al circuito y ya se vió que la presencia de público iba a ser muy grande. En los parkings había gente que había pasado la noche en roulottes y tiendas de campaña. Dejamos el equipaje en el camión y la gente que empezaba a dejarse ver en la fila que formaban los camiones que participaban en la exhibición. El primero era nuestro Beaver, y era el objetivo de personas de todo tipo, pero sobre todo mayores.
Al poco de llegar aparecieron el 2011/50 y el GMC que ya Jesús nos ha enseñado. Estos camiones procedían de Alicante y venían en un estado inmaculado. La fila que se iba completando y se acercaba el momento de hacer ese paseillo alrededor del circuíto. La mañana seguía avanzando y el público que iba aumentando. El paso de personas “armadas” con sombrillas de playa y neveras era contínuo, se trataba de pasarlo bien y en eso se empeñó cada uno a su particular manera.
En medio de todo se produjeron las vueltas de calentamiento y calificación de los camiones y los clio. Ginés arrancó el Beaver para que fuera cogiendo temperatura y hacer aire, cuando al rato se empiezan a mover los camiones de la fila, encabezados por el Kentworth de Pepillo y con el Leyland Beaver de Ginés, cerrando el grupo.
Y mira por dónde acomodados en la cabina, nos encontrábamos Ginés, Diego, Cándido y yo. Entramos en el circuito y todo el mundo que apuntaba cámaras, móviles o lo que tuvieran. Ginés manejando el cambio, como solamente él sabe, y el Beaver que empieza a rodar sobre el asfalto de un circuito de velocidad. Fue en este momento cuando me di cuenta, en realidad, de cuánta gente había esa mañana de domingo. Una sinfonía de bocinas de mano recibía a los camiones al pasar junto a las gradas.
Yo no daba abasto haciendo cuantas fotos podía, porque el espectáculo lo era con mayúsculas. Las asistencias del circuito haciéndonos fotos y saludando, los trucks americanos con sus escapes verticales que, por razón de la forma del trazado, parecían que chocarían con nosotros en algún momento. Dámos la primera vuelta y En todo momento el turbo del 2011/50 que soplaba delante nuestra.
Se produjeron hasta tres vueltas completas mas, en medio una pick up llevaba a Albacete y Conejero por el circuito, mientras la gente los ovacionaba. También se explotó una gran traca junto a la pelousse, en plena curva Aspar. Tan realista resultó todo, que hasta nos salió el Safety Car. Ver todo el circuito en detalle y desde todos los ángulos posibles, es algo que merece la pena y por eso empeñé a la exilim en que se esfozara todo lo que pudiera y creo que cumplió sobradamente.
Al finalizar la cuarta vuelta, un asistente nos indica con banderín rojo que debemos abandonar el circuito y por donde entramos, salimos…..no sin antes poner a prueba la pericia de Ginés manejando un camión “de morro”, donde el eje de la dirección no está debajo del asiento, como en los camiones de cabina avanzada. Esa maniobra, estoy convencido de que lo agradeció mucha gente, porque así pudo fotografiar el Leyland desde ángulos impensables.
Volvemos a nuestro lugar en la fila de la exhibición y nos disponemos a ver la carrera. Una vez finalizada, regresamos al Leyland, la gente que continuó acercándose a los camiones que estaban en la fila y haciéndose fotos y mas fotos. Se subieron a la cabina y comprobaron la sensación que produce estar al volante de un camión tan especial, como este.
Por mi parte pude acercarme a la zona de boxes, tras la carrera, y fotografiar y ver todo este mundillo tan curioso que forman equipos, vehículos de carreras, asistencia, etc. Mientras me recreaba, los altavoces que comunican la presencia de dos Mirage F-1, de la cercana base de los llanos. Dieron una serie de pasadas solos e individualmente y fueron muy bien recibidos por el público. Aún quedaba la carrera del domingo de los camiones, pero viendo el gentío que se juntó en el circuito, temíamos que se retrasara nuestra partida con tanto coche, por lo que un poco antes que empezara esta última carrera nos pusimos en marcha para regresar, al día siguiente era lunes y no se podía fallar. Así que tranquilamente cogimos el camino de vuelta a Murcia, mientras los camiones se preparaban para la carrera definitiva.
Saludos desde Cartagena. [/align] [/font]
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