En 1959, surge el Volvo Laplander a raiz de un concurso de las fuerzas armadas suecas que necesitaban un todoterreno de uso genaral para sustituir a otros vehículos ya obsoletos. En su mayor parte se componía de piezas de turismos Volvo, como la caja de cambios y los ejes delantero y trasero por ejemplo. Tambien se fabricó para uso civil, quitanieves, contraincendios forestales, etc. En 1970 cesó su producción, los fieles adeptos que tuvo este vehículo, obligó a Volvo al cabo de unos años en volver a fabricarlos. "Csepel Auto" de Hungría se asoció con Volvo para una nueva producción.