Entramos en el eterno debate de la "vara de medir": Se vende o se compra según el criterio del vendedor o del comprador. Si ambos coinciden se llega a un acuerdo, si no aquí paz y después gloria.
Por supuesto que para mí las miniaturas que yo he montado, tienen un valor supremo. Como bien dice Juan, mi Comet de Altaya carecía de valor sentimental pues yo lo había comprado tal cual y lo que es más, había miles como este. Desde que lo transformé, mi cariño hacia él se ha equiparado con el que pueda sentir hacia cual quier otra de mis maquetas montadas por mí.
A eso es a lo que yo me refería en mi anterior comentario.
Ahora bien, comercialmente hablando, yo tengo miniaturas (las primeras que monté) que no tendrían el mismo valor ECONÓMICO que una montada por Modeltrans, claro está, las terminaciones son más "chapuceras". Pero a medida que he ido cogiendo experiencia la cosa ha ido muy a mejor y a decir verdad, yo no vendería algunas de mis miniaturas al mismo precio que se pueda vender una montada por el fabricante.
Sin ir más lejos el 1064/1 de Modeltrans que monté hace pocos meses. Tiene muchos detalles y algunos de ellos originales de Pegaso que nos los tenía su modelo montado y me explico: Para empezar el color del chasis, que Modeltrans le dió un tono muy oscuro impropio de esa época, yo le di el tono perlado que merecía. El interior de cabina lo hice totalmente distinto a ellos; asientos y litera en gris azulón como venían de fábrica y no en negro y marrón (no sé de donde sacaron esos colores), tapicería del techo, pintado en puertas de cerraduras, asideros y ceniceros y cuadro en gris. Por no hablar de los detalles típicos de la época como tapicerías de la zona de descanso, cortinillas bajo la litera, tapicería del tunel de motor no original, pues modeltrans la modeló en rombo cuando la original gris iba en cuadro. Y exteriormente otros detalles como la placa luminosa de "Vehículo Pesado", pegatina del caballo en la luna derecha, rombos de tarjeta de transporte, estampas en las ventanillas, etc. Para muestra una imagen.


Y eso es el mío que yo no soy un fenómeno en esto. Ahora, ¿cuanto valor en mercado podría terner la soberbia transformación que M. Ángel Serrano le hizo al 2011/50? Incalculable.

Saludos.