Gracias Manuel. Han sido varias veces, las que he relatado diferentes crónicas de otros tantos viajes. Cierto es que se me escapan muchos detalles de lo que voy viendo y viviendo. Pero éso es inevitable, por mucho que me empeñe. Cosas de la edad ..... Aun con todo, siempre procuro hacer sitio en la cabina, para que podáis compartir ruta conmigo. Para mí, estos viajes significan muchísimo y me gusta compartirlos con vosotros, la buena gente.
Carlos, nuestra parada en La Jonquera fue, en concreto, junto al buffet-restaurante "El Mirador" y frente a nosotros, había una gasolinera de Repsol. Efectivamente estábamos en dirección Francia. Sí que pude observar la presencia de bastantes coches-patrulla de Los Mossos, tanto en rotondas como circulando por las calles de las diferentes zonas de estacionamiento. En cualquier caso, has clavado la explicación que has dado sobre la integridad de personas, vehículos y cargas. En nuestro caso, supongo que no resultarían interesantes a los posibles cacos, los camiones que transportábamos. Aunque el gas oil de los depósitos de las tractoras, siempre es un bocado apetecible. Hay una cierta diferencia de precio (a nuestro favor) del gas oil, respecto a Francia. Por tanto, merece la pena salir cargado de combustible desde España. Respecto a la tramontana ..... simplemente bestial. El viento sopló de tal manera, que movió la cabina del Renault, como si fuera de juguete. Me refiero, logicamente, a la parte media-alta de esta confortable cabina.
Jesús, poco más podría añadir tras la detalladísima explicación de Carlos. Se nota que fueron no pocas las veces, que hizo esta ruta. Referente a la comodidad de la litera, te puedo decir que, al menos para mí, lo fue. Cierto es que la primera noche me costó conciliar el sueño. Pero no fue por la litera en sí misma. Lo fue por la estrañeza de la cama propia, del cumplimiento de un horario al que no estoy acostumbrado y, sobre todo, por la descomunal tramontana a la que antes me referí. La segunda noche fue totalmente diferente y dormí como un recién nacido. Pero para contarlo, aún queda algún capítulo. Resulta un honor para mí, que mi modesta experiencia la reflejes en tu blog. Espero no defraudar mucho.
Saludos.
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