Ahí va mi historia:
Mi padre y mi tío han tenido una pequeña empresa (Carmona, en Linares) desde 1970 aprox. hasta haces apenas unas semanas que se ha vendido a un transportista de Consuegra. Total, que desde que nací he estado rodeado de autocares. Para mí eran parte del paisaje cotidiano. Cuando llegaban a Linares con un autocar nuevo entraban pitando y montando follón y salíamos toda la familia corriendo para montarnos y dar el primer paseo. Desde siempre, cada vez que podía me iba de viaje con mi padre a cualquier sitio. ¡Anda que no he hecho kilómetros sentado en el escalón del pasillo o en la caja del motor de un comet porque el autocar iba lleno...!
Siempre que podíamos nos ibámos a la cochera para ¡a limpiar! los autocares, porque el premio por limpiarlos era que nos dejaban conducirlos para meterlos o sacarlos de la cochera. Aguantábamos horas interminables limpiando ceniceros de chicles y colillas sólo por poder conducir durante unos segundos... Os aseguro que no había autobuses más limpios que esos en el mundo.
A partir de los 8 ó 9 años todo mi tiempo libre lo dedicaba a dibujar autobuses, picándome con mi hermano a ver quien hacía más y mejor. Tenía una colección alucinante con mis propios diseños y todos los modelos que habían en el mercado. Lamentablemente la perdí en una mudanza. Perfeccioné la técnica hasta límites insospechados. Medía todos los autocares y hacía reproducciones perfectas en 2D a escala. En aquella época mi gran ilusión era dedicarme de adulto a diseñar autobuses, pero la vida tenía otra cosa guardada para mí y aquel sueño no pudo cumplirse. Todavía dibujo de vez en cuando, pero me he pasado al Corel Draw, como podéis ver en mi firma.
Actualmente tenía un poco aparcada mi afición a los autobuses, porque profesionalmente me dedica a algo que no tiene nada que ver: soy orientador escolar... He descubierto este foro y otros parecidos por pura casualidad y os aseguro que estoy flipando porque estoy recordando y reviviendo cosas que me hicieron muy feliz.
Saludos a todos.