Tuvisa instala canceladoras en sus 71 autobuses para ganar en accesibilidad
El nuevo dispositivo de cobro, de momento, atraviesa por una fase de pruebas.
Los viajeros que lo deseen pueden participar en el sorteo de varios pases de transporte, uno de ellos anual.
Las canceladoras se ubican en el centro del autobús, junto a la puerta de salida.
Vitoria. Vitoria, y más concretamente su red de transporte público, sigue caminando hacia el anhelado objetivo de la accesibilidad. Tuvisa ha culminado esta semana la instalación de 71 canceladoras, un sistema de cobro ideado para los vecinos con movilidad reducida o que se desplazan en silla de ruedas, en el centro de otros tantos autobuses urbanos que circulan por la capital.
La empresa abre así un periodo de pruebas que se extenderá durante varias semanas, un tiempo en el que lógicamente los dispositivos no servirán para abonar los viajes. Tuvisa también instalará canceladoras en los otros 17 autobuses que completarán su flota para reforzar las nuevas líneas de transporte público.
Una vez que entren en funcionamiento, su utilización estará limitada a los pasajeros con movilidad reducida, mientras que el resto deberá introducir sus tarjetas -si deciden abonar así sus viajes- en los nuevos pupitres instalados junto al asiento del conductor. Las canceladoras también estarán adaptadas para funcionar con la tarjeta de pago del tranvía.
Durante este periodo de pruebas, los usuarios de Tuvisa sí podrán hacer uso de estos modernos dispositivos para tomar parte en el sorteo de varios premios. Los interesados deberán abonar su viaje en la entrada del vehículo pero podrán introducir la tarjeta en la canceladora para que sus datos queden allí registrados, sin que se les descuente ninguna cantidad de dinero.
Tuvisa, que realizará la rifa cuando las máquinas comiencen a funcionar, pone al alcance de los participantes un pase de transporte anual, cinco pases semestrales, otros diez trimestrales, así como 100 mensuales. Cualquier excusa es buena para fomentar el transporte público en una ciudad, todavía, donde el vehículo privado sigue copando casi todo el protagonismo.